una obra homenaje
Las pinturas de naturalezas muertas tienen un elemento fascinante, ya que, sin mencionarlo explícitamente, podemos deducir con certeza que alguien las ha creado y colocado cuidadosamente un jarrón con flores. En particular, las obras de girasoles son especialmente conocidas por su fuerte color amarillo, acompañado por tonos de naranja, verde y azul. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿por qué al pensar en girasoles pintados en tal manera nos viene a la mente el nombre de Vincent van Gogh? Quizás sea debido a la abundancia de pinturas de su autoría que incluyen esta flor, con diversas versiones de jarrones llenos de girasoles. Una de las más famosas es la que se exhibe hoy en día en la National Gallery de Londres, pero también existen otras dos versiones con 15 girasoles en Ámsterdam y Tokio, dos versiones con 12 flores en Múnich y Filadelfia, y otras en colecciones privadas en Estados Unidos y Japón que presentan jarrones con 3 y 5 girasoles respectivamente. Si las observamos con detenimiento y las comparamos, podremos notar que aquellas que contienen la misma cantidad de flores siguen una estructura común en términos de distribución y equilibrio.
Vincent Van Gogh girasoles
Van Gogh decidió dedicarse al arte a los 27 años y desarrolló trabajos que englobaban imágenes de sí mismo, paisajes y flores. Hallaba alivio en la naturaleza, inspirándose en ella una y otra vez. Sus pinturas de flores, en particular, ejercieron una gran influencia en su estilo durante su tiempo en París. Después de experimentar con una amplia gama de flores, se enfocó en un tipo en particular: el girasol. Para el artista, los girasoles transmitían gratitud y él deseaba ser reconocido como el pintor de los girasoles. Consiguió su objetivo, ya que su nombre pasó a ser sinónimo de esta variedad floral, hasta el punto de que sus obras conteniendo girasoles son fáciles de identificar. Incluso, sus pinturas han llegado a ser tan famosas como los propios girasoles.Alcatraces en la obra de Diego Rivera
Rivera y sus cautivadores alcatracesEn su obra, Rivera inmortalizó una y otra vez a los cautivadores alcatraces. Estas sensuales y escultóricas flores eran utilizadas por el artista como símbolo de feminidad en sus creaciones. Con el tiempo, adquirieron un significado más profundo, representando a la sociedad mexicana y la lucha de las clases sociales.
El emblema de MéxicoLos alcatraces se convirtieron en un símbolo de México gracias al arte de Rivera. El artista hacía uso de ellos en distintas piezas, dotándolas siempre de un fuerte significado. Los representaba, por ejemplo, en manojos que eran llevados por campesinos con rasgos indígenas, aludiendo a la opresión y desigualdad de las clases altas sobre las bajas.
Anonimato en la obra de RiveraEn sus creaciones, Rivera mostraba a menudo figuras sin rostros o con cierto anonimato, especialmente en las que incluía a los alcatraces. De esta forma, el artista ponía el foco en el símbolo y no en la persona en sí, reforzando la importancia de su mensaje a través de los elementos que utilizaba en sus pinturas.
Contextoeditar
En marzo de 1886, Van Gogh se estableció en Francia luego de un invierno difícil en el que su padre falleció y experimentó dificultades económicas. De la mano de su hermano Theo, se instaló en París, la capital del arte de aquel entonces, en la que se respiraba un ambiente de ebullición artística debido a la reciente aparición del impresionismo. En esta ciudad, Van Gogh conoció a otros artistas como Toulouse-Lautrec, Pissarro, Seurat, Signac y Gauguin, con quienes compartía la misma intención de revivir el estilo impresionista. Sin embargo, su espíritu inquieto lo llevó a buscar un lugar más tranquilo para crear, siguiendo el consejo de Toulouse-Lautrec...
Fue a finales del verano de 1888 cuando Van Gogh comenzó a pintar Los girasoles, obra que continuó durante todo el año siguiente. La casa en Arlés en la que vivía tenía la fachada de color amarillo, lo cual, junto con la cálida luz del sol mediterráneo, le sirvió de inspiración para crear esta serie. Estos cuadros están estrechamente relacionados con la amistad entre Van Gogh y Gauguin, como lo demuestra el hecho de que uno de ellos fue utilizado para decorar la habitación de Gauguin. Además, su amigo le hizo un retrato pintando los girasoles, que actualmente se encuentra en el Museo Van Gogh de Ámsterdam. El motivo inicial detrás de esta serie...
Antecedenteseditar
Van Gogh creó una serie icónica de girasoles durante su estancia en Arlés, pero ya había realizado varias obras con esta flor como tema principal durante su tiempo en París, específicamente en agosto y septiembre de 1887. En estas pinturas, las flores aparecen por sí solas, sin el jarrón que incorporaría más tarde en su serie de Arlés. Además, las representó cortadas o marchitas, utilizando colores vibrantes y tonalidades intensas, lo que anticipa su estilo posterior. [7]
Henri Matisse flores de invierno
Durante la última década de su vida, Henri Matisse (1869-1954) se dedicó a crear en torno a 270 obras de arte recortadas en papel. A pesar de haber experimentado con este medio en modelos para sus pinturas, fue durante este periodo cuando el artista se sometió a dos cirugías que afectaron su salud, y comenzó a centrarse aún más en el uso de recortes debido a la facilidad con la que podía realizarlos mientras permanecía sentado.
Las obras recortadas de Matisse se caracterizan por formas grandes y audaces, simplificadas y coloreadas con brillantes manchas de colores. Entre ellas, destacan aquellas que representan flores de nieve en diferentes posiciones, las cuales sugieren una clara inspiración en la campanilla de invierno, una pequeña flor que crece en esta estación.
Con este cambio en su enfoque creativo, Matisse logró dar un nuevo giro a su arte y crear obras que exploran la simplicidad y la expresión abstracta a través de los recortes de papel. Estas obras se consideran una parte fundamental de su legado artístico, reflejando tanto su habilidad técnica como su ingenio en la elección de motivos inspiradores.
Sin duda, su legado continúa inspirando a generaciones posteriores de artistas y admiradores.El programa bimago
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Los girasoles de París
En el año 1887, durante su estadía en París, Van Gogh fue influenciado por el arte impresionista. Esta influencia despertó en él un deseo de explorar su propio lenguaje artístico, y decidió utilizar a los girasoles como tema para experimentar con el color de una manera novedosa.
De esta forma nació su primera serie de cuadros de girasoles, conocida hoy en día como "Los girasoles de París", la cual sirvió como precursor de la famosa serie "Los Girasoles de Arlés", realizada posteriormente en la región de Provenza.
En estos bodegones, se puede observar la representación de girasoles cortados y marchitos, convertidos en semillas. La particularidad de estos cuadros radica en que los girasoles ocupan todo el espacio pictórico, y están representados de forma tan realista que parecen tener su tamaño natural.
El Simbolismo Detrás de Los Girasoles de Van Gogh
Los Girasoles de París fueron los primeros en ser creados, pero sirvieron principalmente como experimento artístico y visual en lugar de tener un propósito expresivo. Sin embargo, en Los Girasoles de Arlés, Vincent van Gogh logra capturar completamente la esencia de estas flores.En su serie de Los Girasoles de Arlés, el color amarillo simboliza la alegría y la celebración de la vida, bañada por la luz divina. Es importante recordar que el girasol recibe su nombre debido a su capacidad de orientarse hacia el sol. Van Gogh asoció el sol con Cristo, a quien consideraba la luz del mundo.
El proyecto de la Casa Amarilla en Arlés tuvo un gran impacto en la inspiración de Van Gogh, especialmente por la llegada de su amigo Paul Gauguin. En Los Girasoles de Arlés, el artista muestra su agradecimiento y emoción hacia este proyecto, especialmente a través de dos de las pinturas, destinadas a la habitación de Gauguin.
El Legado de Los Girasoles de Van Gogh Una crónica
El famoso proyecto de Van Gogh, Los girasoles de Arlés, tuvo como objetivo decorar la Casa Amarilla del pueblo francés donde residía el artista. Este lugar, que Van Gogh quería convertir en una especie de residencia artística para pintores, contaría con doce lienzos, siendo dos de ellos destinados a la habitación de su amigo Paul Gauguin. Por ello, en una carta a su hermano Theo, Van Gogh declaró lo siguiente:
"En mi esperanza de compartir un taller con [Gauguin], deseo crear una decoración para el mismo. Se trataría únicamente de grandes girasoles... Si llevo a cabo este plan, tendré una docena de cuadros en total. La colección será una sinfonía en azul y amarillo, ya que trabajo todas las mañanas, desde el amanecer, para capturar la esencia de estas flores antes de que se marchiten... " (Carta del 15 de agosto de 1888)
Van Gogh se encontraba emocionado ante la visita de Gauguin y entusiasmado por la idea de convertir la Casa Amarilla en un hogar para artistas. El propio Gauguin apreciaba mucho Los girasoles, considerándolos como una obra que reflejaba perfectamente el estilo de Van Gogh. De hecho, tenía intención de adquirir algunos de los lienzos, pero Van Gogh tenía ciertas dudas al respecto.