Plan del modernizado Museo del Prado ruta y obras nuevas del s XXI
El conjunto de construcciones que alberga el Museo del Prado, situado en el corazón de Madrid, constituye un campus artístico conformado por diversas edificaciones, tales como el edificio Villanueva, el Claustro de los Jerónimos, el Casón del Buen Retiro, el edificio administrativo de la calle Ruiz de Alarcón y el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro, que ha sido incorporado recientemente a la lista.
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El Edificio Villanueva
En 1785, Juan de Villanueva, reconocido arquitecto del Ayuntamiento de Madrid y de los Sitios Reales, recibió la encomienda del rey Carlos III de construir un edificio en el Prado de los Jerónimos. Este nuevo recinto albergaría el Gabinete de Historia Natural y la Academia de las Ciencias, como parte del proyecto urbanístico más importante de la época: el Salón del Prado. Este lugar ya contaba con fuentes, estatuas y jardines diseñados por Ventura Rodríguez, y albergaba el Jardín Botánico y el Observatorio Astronómico.
En la obra de Villanueva se combinaban tres usos en un único edificio, organizados con ejes longitudinales y entradas independientes, aprovechando la topografía del lugar. Estas tres partes eran: el piso inferior, con una fachada corintia y acceso desde el extremo sur, el piso superior, al que se accedía a través de una rampa extensa y contaba con fachada jónica, y la gran sala basilical que albergaría el "Salón de Conferencias". Esta última estaba perpendicular a los otros espacios y tenía su entrada por el monumental pórtico dórico central, resolviendo así la fachada hacia el Paseo del Prado.
En 1788, año en que falleció Carlos III, se habían completado los muros de contención de tierras y la cimentación, y las paredes se estaban elevando. La construcción avanzó rápidamente hasta 1792, cuando el conde de Floridablanca, ministro del rey y principal impulsor del proyecto, fue depuesto de su cargo. A partir de entonces, con Manuel Godoy a cargo, las obras continuaron a un ritmo más lento debido al escaso interés en finalizar y dotar de recursos al edificio como templo de las ciencias.
Restauración y materiales
La complejidad de la obra ha requerido desmontar y trasladar la arquería del Claustro de los Jerónimos para su restauración por parte del Instituto de Patrimonio Histórico Español. Luego, las piedras numeradas se volvieron a colocar en su lugar.
Para proteger el Claustro, se ha creado una segunda piel de hormigón abujardado coloreado alrededor de él.
La fachada exterior está cubierta de granito madrileño, ladrillo y bronce patinado. En el interior, el granito se combina con maderas de roble y cedro, y bronce natural. El cristal, que transmite la luz natural característica de la arquitectura de Moneo, es otro elemento esencial de la ampliación, junto con la monumental puerta de bronce encargada por Moneo a la destacada escultora Cristina Iglesias.
El Ministerio de Cultura ha sido felicitado por la organización ecologista Greenpeace por utilizar un 90% de madera ecológica en las obras. Un gran paso hacia la preservación del medio ambiente.
Complejo Arquitectónico en la Calle Ruiz de Alarcón Número
En el año 1996, la Dirección General de Patrimonio del Estado adquirió el edificio ubicado en la calle Ruiz de Alarcón 23 de Madrid a la empresa estatal Aldeasa, el cual había sido construido en el año 1970. Esta adquisición se realizó con el fin de incluirlo en el Museo del Prado. La compra fue propuesta a través del Pleno del Real Patronato como una alternativa al plan de necesidades del museo, el cual decidió ampliar los espacios públicos y expositivos después del concurso internacional de ideas que no obtuvo ganador en su primera edición debido a un fallo.
Para ello, se trasladaron a las siete plantas del edificio, con una superficie total de 3.720 m2, los servicios administrativos del Museo, incluyendo el despacho del Director. Esta reubicación permitió expandir el área expositiva del edificio Villanueva con once nuevas salas
A partir del año 2007, el edificio se encuentra conectado directamente al vestíbulo de Jerónimos a través de un pasillo subterráneo situado en el sótano -2, facilitando así el acceso entre ambas estructuras.
El crecimiento del Museo del Prado a través de una ampliación significativa
Desde su creación en 1819, el Museo del Prado ha ido aumentando su tamaño de forma sistemática pero modesta. Sin embargo, en comparación con otros museos históricos de su categoría, aún quedaba pendiente una ampliación de gran envergadura. Con el espacio del edificio Villanueva agotado, en la década de los 80 se empezaron a plantear diversas estrategias para su crecimiento.
En la década de los 90, surgieron diferentes iniciativas que sugerían que el Museo del Prado debía expandirse mediante la recuperación de los únicos vestigios del Palacio del Buen Retiro, como el Casón y el Salón de Reinos, que en aquel momento albergaba el Museo del Ejército. También se contemplaba la posibilidad de utilizar el antiguo Claustro de los Jerónimos. Esta idea se sustentaba en la importancia de resaltar la raíz histórica del Prado.
Respondiendo a esta iniciativa, en junio de 1994 el Real Patronato del Museo aprobó un Plan de necesidades en el que se ponía de manifiesto la necesidad de ampliar sus instalaciones. En consecuencia, ese mismo año se inició un proceso para promocionar la ampliación del museo, que culminó en el Congreso de los Diputados con un pacto parlamentario en 1995. En este contexto, se convocó un concurso internacional para seleccionar el proyecto de ampliación más adecuado.
A pesar de la participación de más de setecientos arquitectos y de que el jurado eligió 10 de los proyectos para una segunda ronda, en septiembre de 1995 el concurso fue declarado desierto por unanimidad, y se otorgaron dos accésit en su lugar.
La obra en cifras
La construcción del proyecto, cuyo costo total ha ascendido a 152.356.775,87 €, fue llevada a cabo en un plazo de cinco años y tres meses. El contrato fue adjudicado, el 29 de noviembre de 2001, por un montante de 42,6 millones de euros a la U.T.E (Unión Temporal de Empresas) compuesta por ACS y Constructora San José, y posteriormente se unió a la misma Dragados Obras y Proyectos. Finalmente, el Ministerio de Cultura recibió la obra el 13 de marzo de 2007.
Durante la ejecución del proyecto, se llevaron a cabo diversas ampliaciones económicas. La primera de ellas, en julio de 2003, implicó un aumento de 19 millones de euros en el presupuesto inicial. Posteriormente, en julio de 2005, el Consejo de Ministros aprobó una inversión extraordinaria de 44,6 millones de euros destinados a garantizar la finalización de las obras.
La construcción de la obra, ubicada junto a la Iglesia de los Jerónimos en Madrid, ha generado un total de 1.600 empleos directos. Un equipo técnico formado por 18 miembros ha dirigido el trabajo de una media de 140 personas diarias, siendo en momentos puntuales hasta 320 los trabajadores involucrados en el proyecto.
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El Casón es una parte fundamental del antiguo Palacio del Buen Retiro, que consiste en un conjunto de edificaciones con distintas funciones. Una de ellas, y la más destacada, fue la de Salón de Baile.
El proyecto fue diseñado por el arquitecto Alonso Carbonel, quien era el maestro mayor del Palacio del Buen Retiro. En 1637, entregó los planos para su construcción, aunque el edificio no se finalizó hasta algunos años después. Dentro de él, podemos encontrar magníficas pinturas del Salón de Baile, que fueron creadas por el artista Luca Giordano hacia 1697.
A día de hoy, el edificio original ha quedado oculto debido a las reformas llevadas a cabo durante el último tercio del siglo XIX, que incluyen dos impresionantes fachadas de estilo neoclásico. Estas fueron proyectadas por los reconocidos arquitectos Mariano Carderera (fachada oriental) y Ricardo Velázquez Bosco (fachada occidental). Es importante destacar que, desde su construcción, el Casón ha sido sometido a numerosas reformas y ha tenido distintos usos y funciones:
- Salón de Baile
- Gimnasio
- Biblioteca
- Museo