El impacto y las consecuencias del terremoto de Haití en 2010
El terremoto de Haití registrado en enero de 2010 fue uno de los desastres naturales más devastadores de la historia reciente. Con una magnitud de 7.0 en la escala de Richter, el sismo sacudió la isla caribeña con una fuerza catastrófica, dejando tras de sí un rastro de destrucción y dolor que afectó a millones de personas. Los daños materiales fueron incalculables y la pérdida de vidas humanas se estimó en más de 200 mil, convirtiéndolo en el terremoto más mortífero de la década. Pero el impacto del terremoto no se limitó solo al aspecto físico y material, sino que también dejó secuelas emocionales y sociales que aún hoy se sienten en la población haitiana. La falta de infraestructuras y servicios básicos, como viviendas, hospitales y escuelas, sumado a la fragilidad económica del país, ha dificultado enormemente el proceso de recuperación. A once años del devastador evento, aún se está luchando por reconstruir un Haití más resiliente y capaz de hacer frente a futuros desastres naturales. En este contexto, es necesario examinar detenidamente el impacto y las consecuencias del terremoto de Haití de 2010, tanto a nivel local como a nivel internacional.
Ayuda internacional
El primer ministro de Haití, Ariel Henry, ha emitido un comunicado en su cuenta de Twitter señalando que la situación actual es "dramática" tras el terremoto que sacudió el país el pasado sábado. Henry enfatizó que el sismo ha causado "varias pérdidas de vidas humanas y materiales" en distintas regiones de Haití.
Ante esta emergencia, el primer ministro hizo un llamado a la ciudadanía haitiana para que muestren su "espíritu de solidaridad y compromiso" en estos difíciles momentos. Henry manifestó que es crucial afrontar de manera unida "esta dramática situación que estamos viviendo".
En respuesta a la catástrofe, un equipo de expertos en desastres de Estados Unidos ya se encuentra en Haití evaluando los daños y necesidades de la población afectada por el terremoto.
La situación en Haití es crítica y se requiere de la colaboración de todos para poder superar este desastre. El primer ministro Henry exhortó a la población a mantener la calma y a unirse para enfrentar esta emergencia. ¡La solidaridad es la clave para salir adelante en momentos tan difíciles!
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Ayudando a los más necesitados en todo el mundoEn nuestro compromiso por ayudar a quienes sufren los estragos de desastres naturales y conflictos bélicos, en nuestra labor ofrecemos suministros esenciales como agua potable, alimentos, instalaciones de saneamiento y refugio. Y no nos limitamos a eso, nos queda al lado de las personas afectadas para ayudarles en la reconstrucción de sus vidas.
Aliviar el sufrimiento en situaciones extremasNuestra misión es brindar asistencia a aquellas personas que se encuentran en situaciones extremas, ya sea por causa de desastres naturales, como terremotos, inundaciones o huracanes, o por conflictos que les han dejado en una situación de vulnerabilidad. Lo hacemos proporcionando lo más básico, como agua potable, víveres, servicios de saneamiento y alojamiento, para mitigar su sufrimiento.
Permaneciendo a su lado hasta la recuperaciónNos comprometemos a seguir con las comunidades afectadas incluso después de que haya pasado la emergencia. Entendemos que la recuperación no es un proceso rápido, por lo que nos quedamos para apoyar y acompañar a las personas en la reconstrucción de sus vidas. Nuestro compromiso no termina en la distribución de suministros, sino que abarca todo el proceso de recuperación.
Un año lleno de desafíos Idéntico o peor que
El habitante de Puerto Príncipe, Milford Milo, compartió con BBC Mundo su perspectiva de los efectos del desastre natural en su comunidad. Según Milo, la región más duramente golpeada fue el sur del país.
Milo mencionó que, afortunadamente, en la capital no se registraron daños, aunque sí hubo un gran nerviosismo que llevó a muchas personas a salir a las calles, en recuerdo de lo ocurrido hace 11 años.
Las personas que residen en el sur del país informan de numerosos edificios colapsados y un gran caos en la zona. Según Milo, estas provincias se caracterizan por tener edificaciones más frágiles que las de la capital en 2010.
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El 12 de enero de 2010, un devastador terremoto de 7,3 grados de magnitud sacudió Haití, causando una de las mayores catástrofes en la historia del país. Decenas de miles de personas perdieron la vida y cientos de miles resultaron heridas.
El desastre natural, el más fuerte registrado en la región en los últimos 200 años, dejó a más de 1,5 millones de personas sin hogar y dio lugar a una crisis humanitaria a gran escala. En el primer año, la llegada de tormentas tropicales y un brote de cólera empeoraron aún más la situación ya deteriorada, causando más daños y provocando miles de muertes adicionales.
Nuestra respuesta ante la catástrofe
A pesar de la magnitud de la crisis y las dificultades de comunicación, gracias a tu apoyo, un equipo de 100 profesionales de Oxfam, incluidos 15 expertos en emergencias, se pusieron en acción y actuaron rápidamente para brindar asistencia a las víctimas del terremoto en Haití.
Nuestra ayuda incluyó la provisión de agua limpia, refugio y saneamiento básico, así como la colaboración en la distribución de alimentos en los comedores comunitarios, donde las personas afectadas podían obtener comidas calientes a diario.
Edificios destruidos
Según Christella Saint Hilaire, quien reside cerca del epicentro, la destrucción y el caos han sido inmensos, con múltiples casas colapsadas, personas fallecidas y otras atendidas en hospitales. Esta zona ha sido una de las más afectadas por el reciente desastre natural.
Según la agencia Reuters, la ciudad más golpeada ha sido Les Cayes, hogar de 129.000 habitantes. En esta localidad, varios testigos informaron sobre el derrumbe de numerosas edificaciones, incluyendo un hotel. La situación allí ha sido descrita como desesperada y trágica.
Profunda crisis
Haití sigue enfrentando múltiples crisis tras el asesinato de su presidente
A solo un mes de la trágica muerte del presidente Jovenel Moìse, la situación en Haití parece no mejorar. Además del vacío político y la incertidumbre sobre el futuro del país, hay problemas graves que afectan a la población, como el hambre y la falta de servicios de salud adecuados en medio de la pandemia de covid-19.
El empresario haitiano Marc Alain Boucicault expresó su frustración en Twitter, señalando que "este país nunca encuentra un descanso". Añadió que todos los años de mala gestión han dejado a Haití vulnerable a todo tipo de desafíos.
Una nación paria
Cuando en 1804 Francia cayó bajo el dominio de Haití, este país caribeño marcó un hecho sin precedentes: se convirtió en la primera nación independiente de América Latina y la segunda del continente después de Estados Unidos. Pero, lo más notable de todo, es que Haití fue la única nación en el mundo que logró su libertad gracias a la rebeldía de sus esclavos.
Sin embargo, esto marcó el comienzo de su tortuosa historia, ya que se convirtió en una república autónoma formada por antiguos esclavos negros, en un mundo dominado por potencias coloniales blancas y dueños de esclavos. Según Concannon, esta situación impidió el avance de Haití y siempre lo mantuvo en un estado de marginación.
Fatton señala que, a través de los años, se ha perpetuado una idea prejuiciosa basada en el racismo, que ha etiquetado a Haití como un Estado frágil y gobernado por líderes dictatoriales, convirtiéndolo en una nación marginada en el escenario global.