Descubre los orígenes de los gallegos y su fascinante historia
.
Luis Ferrer, psiquiatra, analiza el físico y la personalidad únicos del pueblo gallego a partir de su investigación sobre la endogamia genética en Galicia.
Edad antiguaeditar
La cultura castreña se caracterizaba por una fuerte cohesión social y territorial, lo que explica la resistencia de los galaicos ante la dominación romana. Durante más de un siglo, mientras el resto de la Hispania caía bajo el dominio romano, los galaicos continuaron luchando contra ellos. Este hecho está confirmado por diversas crónicas, como la de Orosio, quien relata cómo en el año 137 a.C., el praetor Décimo Junio Bruto enfrentó a una gran cantidad de celtas galaicos en el río Duero en represalia por sus incursiones bélicas en apoyo a los lusitanos.
A pesar de algunas expediciones romanas esporádicas, la resistencia galaica se mantuvo durante los siguientes cien años, siendo la única derrota significativa la de P. Craso entre el 96 a.C. y el 94 a.C. Sin embargo, en el 73 a.C., Quinto Sertorio fue derrotado y la región al norte del río Tajo recuperó su independencia. Esta situación se mantuvo hasta que Julio César fue designado Propraetor de la Hispania Ulterior en el año 61 a.C. y emprendió una nueva campaña hacia el norte, llegando a la región lusitana entre los ríos Tajo y...
Una vez concluidos los enfrentamientos militares, comenzó un proceso de romanización que se prolongaría durante los siguientes cuatro siglos. Oficialmente, este proceso se inició entre los años 64 y 70, cuando Vespasiano convirtió en pueblo romano a los 451,000 gallaicoi (según Plinio el Viejo). De este modo, los castros se transformaron en víllae y la población comenzó a adoptar nuevas tecnologías, como la arquitectura, la agricultura basada en el arado, el derecho romano y la minería. En este último aspecto, cabe mencionar el sistema de extracción de metales conocido como ruina montium, que consistía en excavar túneles en las montañas para extraer los minerales.
Siglo XIXeditar
El aumento de la población no será asimilable en una economía no del todo industrializada y desconectada del dinámico sistema ferroviario peninsular. A mediados del siglo XIX, esto originará una masiva emigración hacia América, que se extenderá a lo largo del siglo XX.
Durante la invasión napoleónica, el Reino de Galicia fue testigo de su última manifestación política. La revolución impulsada por Napoleón amenazaba la supremacía del clero y la hidalguía gallegos, actuando como un estímulo que promovió la reacción, la resistencia y la movilización. En medio de la ocupación napoleónica, Galicia se organizó para combatir a las tropas francesas, utilizando por primera vez en la historia el sistema de guerrillas, hasta lograr su expulsión. Sin embargo, la Junta Superior, que surgió como expresión política, tuvo una vida breve...
El 30 de noviembre de 1833, el Reino de Galicia fue oficialmente disuelto por el gobierno liberal centralista, mediante un decreto firmado por la regente María Cristina. Con este acto, no solo desapareció el Reino de Galicia, sino también su existencia como una realidad institucional, ya que los Reinos y sus Juntas fueron reemplazados por un modelo de provincias, siguiendo el ejemplo de los departamentos franceses.
Edad Mediaeditar
Consecuencias de la caída del Imperio romano y la invasión de los pueblos germánicos en Gallaecia:
Tras la caída del Imperio romano y la posterior invasión de los pueblos germánicos, se establecieron acuerdos de foedus en el territorio de Gallaecia a manos de diferentes pueblos invasores. En el año 409, un grupo de 30,000 individuos de origen suevo llegaron a la zona de influencia de Bracara Augusta (actualmente Braga), de los cuales solo 8000 eran varones con capacidad para luchar. Bajo el liderazgo de Hermerico (409-438), se acordó un foedus con Roma en el año 410 que otorgó al caudillo el título de rey y estableció a los suevos en la provincia romana de Gallaecia.
La división y reunificación del reino suevo:
Tras una derrota contra los visigodos, el reino suevo se dividirá en dos, siendo gobernado simultáneamente por Frantán y Aguiulfo en el año 456 y 457. Sin embargo, la reunificación llegará en manos de Maldras (457-459), quien acabará siendo asesinado en una fallida conspiración romano-visigoda. A pesar de que la conspiración no cumplió sus propósitos, el reino suevo volvió a dividirse entre dos reyes: Frumario (459-463) y Remismundo (459-469), hijo de Maldras. En 463, Remismundo logró reunificar el reino de su padre, pero se vio obligado a adoptar el arrianismo en 465 debido a la influencia visigoda.
La llegada de nuevos grupos étnicos y su impacto en Gallaecia:
Durante este periodo, se produjo el último aporte étnico significativo en la costa norte de Gallaecia con la llegada de celtas bretones. Estos grupos se establecieron en las actuales regiones de Galicia y Asturias bajo la autoridad de su propio obispo. Huyendo de las invasiones anglosajonas, estos contingentes establecieron una diócesis en Bretoña (actualmente Mondoñedo) y participaron en los concilios suevo-galaicos, representados por el obispo Maeloc.
Edad Modernaeditar
La Junta do Reyno de Galicia: órgano de gobierno tras la unificación de los reinos peninsulares
Tras la unificación de los reinos peninsulares en la Monarquía Hispánica, se estableció en 1528 la Junta do Reyno como órgano de gobierno del reino de Galicia. Durante todo el Antiguo Régimen, esta institución fue la expresión política del reino, aunque su relevancia fue limitada.
Renovando el deseo de voto en las Cortes de Castilla
El Reino de Galicia, representado solamente por la ciudad de Zamora en las Cortes de Castilla, fue objeto de constante reivindicación del derecho a voto durante este periodo. Se consideraba humillante y deshonroso para el viejo reino no tener una representación más significativa.
En 1520, una comisión de nobles solicitó a Carlos V...
La manifestación política del Reino de Galicia durante la invasión napoleónica
La invasión de Napoleón supuso una amenaza para la hegemonía del clero y la hidalguía gallegas, lo que provocó una rápida reacción de resistencia y movilización en el reino. Ante la ocupación napoleónica de la península, Galicia se organizó y combatió a las tropas francesas mediante guerrillas hasta lograr su expulsión.
Como depositaria de la soberanía, la Junta se comportó hacia el exterior como un reino independiente. Se envió al brigadier Genaro Figueroa a Portugal...
La desaparición del Reino de Galicia y su junta en 1833
El 30 de noviembre de 1833, la regente María Cristina firmó el decreto de disolución que suprimía la Junta del Reino. Con este trámite, no solo desapareció el Reino de Galicia, sino también su realidad institucional, ya que los reinos y juntas fueron reemplazados por un modelo de provincias basado en el sistema francés de departamentos.
Siglo XXeditar
Tras los movimientos galleguistas y liberales del siglo XIX, surgió una nueva etapa en la historia de Galicia: la Solidaridad Gallega, que tuvo lugar desde 1907 hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial. La meta principal de este movimiento era unir fuerzas en las elecciones para acabar con el caciquismo y conseguir una representación política para los gallegos. Sin embargo, este empeño terminó en un fracaso.
Antes de la llegada de Primo de Rivera, las Irmandades da Fala se convirtieron en la primera etapa de la Solidaridad Gallega, enfocándose principalmente en la defensa de la lengua gallega. Con el tiempo, esta idea política empezó a calar nuevamente. Destacadas figuras como Vicente Risco y Otero Pedrayo pusieron su esfuerzo en el aspecto cultural, mientras que Porteira y Lois Peña Novo lo hacían en el aspecto político. Después, la Xeración Nós, liderada por Castelao, Otero Pedrayo y Alexandre Bóveda, continuó encabezando este movimiento con la revista homónima como su principal plataforma de difusión. Durante la Segunda República, la creación de un galleguismo más controlado se convirtió en otro de sus principales objetivos.
En la época de la Segunda República, dos tendencias distintas destacaban en la escena política gallega: la Organización Republicana Gallega Autónoma (ORGA) y el Partido Galeguista (PG). A su vez, el PG se formó a partir de la unión de diversas corrientes representadas por figuras como Vicente Risco, Ramón Otero Pedrayo, Ramón Cabanillas, Ramón Suárez Picallo y Castelao. En 1936, con el fin de conseguir el tan ansiado estatuto para Galicia, el PG se alió con el Frente Popular, resultando en una división interna en el partido. A pesar de todo, finalmente se logró el Estatuto y Castelao se presentó como candidato a las Cortes poco antes del estallido de la Guerra Civil Española.