Descubre la joya modernista en Barcelona: El Pabellón Mies van der Rohe
La creación de la Fundación Mies van der Rohe se remonta a 1983, impulsada por la ciudad de Barcelona con un objetivo clave: la restauración del pabellón alemán, diseñado por el renombrado arquitecto Ludwig Mies van der Rohe (1886-1969) para la emblemática Exposición Universal de 1929 en Barcelona. Sin duda, las ideas de Mies van der Rohe acerca de la sencillez, la claridad y la armonía en la arquitectura han dejado una profunda huella en generaciones de profesionales de este campo. Su invaluable contribución a la arquitectura moderna sigue inspirando e impactando en la actualidad.
Arquitectura del Pabellón Alemán en Barcelona
En la historia de la arquitectura, hay un edificio que destaca sobre los demás, considerado como uno de los mejores ejemplos del Movimiento Moderno. Su relevancia radica en su capacidad para ser visto como la encarnación de la arquitectura por el simple placer de apreciarla. Nada más que eso era su función inicial: ser la imagen de Alemania en el mundo como un país de gran influencia internacional.
La identidad arquitectónica del Pabellón Alemán en Barcelona Qué estilo lo define
Un solo edificio con múltiples posibilidades. ¿Vivienda, oficina o tienda? No importa su función, todo converge en la Arquitectura. Un majestuoso símbolo de la nación, impregnado de pureza y vanguardia tecnológica. Cada detalle constructivo es una muestra de su imponente presencia, desde la audaz forma en cruz de sus pilares de acero.
Este pequeño edificio encarna a la perfección el concepto de continuidad espacial y planta libre, fundamentos del discurso de Mies van der Rohe. Como él solía decir, "menos es más". Todo esto es aún más destacable considerando la situación arquitectónica de la época en Barcelona, dominada por el post-modernismo. Otros edificios contemporáneos, como el edificio del Fomento del Trabajo de Adolf Florensa y Josep Goday (1931-1936) o el Cese de Antoni Puig i Gairalt (1928), presentan influencias del Neoclasicismo y el Noucentisme. Sin embargo, este único edificio logra sobresalir en un mar de estilos y tendencias.
Evolución del Pabellón Mies van der Rohe De a hoy
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La historia del famoso pabellón de Alemania tuvo su inicio en el año 1929, cuando fue diseñado por el renombrado arquitecto alemán Ludwig Mies van der Rohe junto a su colaboradora, Lilly Reich. Este notable edificio fue construido para ser exhibido en la Exposición Internacional de Barcelona de ese año, representando a Alemania.
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Pero este pabellón no fue concebido como una vivienda ni un lugar de trabajo. Su principal objetivo era representar a la República de Weimar de Alemania como una nación moderna, democrática y progresista culturalmente. Su diseño se basó en la sencillez, una planta abierta y la inclusión de elementos como el cristal, el acero y distintos tipos de piedra, como el mármol y el ónice.
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Una vez concluida la Exposición en 1930, el pabellón fue desmontado. Sin embargo, debido a su relevancia en el mundo de la arquitectura y su notable influencia en el movimiento moderno, despertó gran interés en ser reconstruido.
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La naturaleza edificante del Pabellón de Barcelona
La modernidad e innovación del Pabellón de Mies Van Der Rohe es fascinante al estar construido principalmente con piedra, un material tradicional. Sin embargo, lo que realmente causó impacto en su época fueron los brillos, la perfección y la alta tecnología presentes en su estructura.Se destacó el ingenio del arquitecto en cómo logró expresar un ideal mediante su sólida geometría, el claro montaje y la precisión en la ubicación de los materiales. Es decir, la originalidad de Mies Van Der Rohe no radicaba en la novedad de los materiales utilizados, sino en cómo los utilizó para crear una obra impactante.
Un ejemplo de esto es el pavimento, cortado en piezas cuadradas de 1,10 x 1,10 m. La firma berlinesa Köstner und Gottschalk diseñó el plano del despiece, garantizando que el módulo se cumpliera y logrando un ajuste perfecto con los muros y pilares previamente establecidos.
Mies Van Der Rohe dio importancia a cada detalle, utilizando distintos patrones para modular cada revestimiento. De esta forma, no existía un módulo único, sino una intencionalidad clara de no dejar nada al azar en su obra maestra.
Demolición y Renovación del Edificio Alemán
A pesar de las diversas peticiones para su conservación, en 1930 se procedió al desmontaje del edificio. Aparentemente, se intentó transformarlo en un restaurante, pero al no llegar a un acuerdo con un conocido dueño de un establecimiento local, se optó por desarmarlo y vender sus piezas. Incluso, la estructura fue vendida por su peso en el mismo lugar.
En la década de los 50, el arquitecto barcelonés Oriol Bohigas, quien en ese entonces ocupaba un cargo público en la administración de la ciudad, intervino en el asunto. Bohigas se acercó a Mies para encargarle formalmente la reconstrucción del edificio. A pesar de que el famoso arquitecto alemán agradeció y respondió por escrito al ofrecimiento del catalán, finalmente no se llevó a cabo dicha propuesta.
Los arquitectos Ignasi de Solà-Morales, Cristian Cirici y Fernando Ramos se documentaron minuciosamente para realizar la tarea encomendada. Aunque no fue una labor sencilla, ya que una de las consecuencias del desmantelamiento en 1930 fue la pérdida de la documentación original.
El surgimiento de Mies van der Rohe en la arquitectura
En la década de los 20, Mies ya tenía una sólida base para su concepción del mundo. Esta década fue agitada y llena de actividad, con el surgimiento de corrientes vanguardistas en Europa, como el Neoplasticismo, representado por artistas como Mondrian y Van Doesburg. Aunque estas expresiones de creatividad llamaban la atención del joven arquitecto, su verdadera pasión era la devoción por la esencia material de la realidad. Sus dudas sobre la esencia de la arquitectura lo llevaron a...
Después de dos años estudiando en una Escuela de Artes aplicadas, Mies comenzó a trabajar como aprendiz de picapedrero en el taller de su padre. Aquí tuvo su primer contacto con la construcción y con una parte fundamental de la arquitectura. En este sentido, Mies coincidió con Adolf Loos, también hijo de un picapedrero, quien en su famoso ensayo "Architektur" escribió: "Solo una pequeña parte de la arquitectura pertenece al arte: la tumba y el monumento." Para Loos, cualquier cosa que tuviera un propósito específico debía quedar fuera del ámbito del arte.
Este amor por la pureza expresiva de los materiales se convirtió en una parte fundamental de la filosofía de Mies, reflejado en su preferencia por la piedra preciosa, el mármol, el Ónice y el Travertino, que utilizaba de manera natural y auténtica. Una de las características que lo distinguía de otros arquitectos era su meticulosidad en el uso de estos materiales, llevándolos a un grado de perfección artesanal en el que cuidaba hasta el último detalle. En aquella época, se solían escuchar sus palabras a favor del oficio y la practicidad en la profesión, alejándose de teorías y el excesivo intelectualismo de algunos de sus contemporáneos.
La actualidad del pabellón alemán en Barcelona
El Pabellón de Mies van der Rohe: reinventando un mitoEl icónico Pabellón Alemán, que ahora puedes visitar y conocer más en detalle en su página web oficial, va más allá del mero reflejo de una obra memorable. Es una adaptación perfecta del mito a la contemporaneidad, un original que ha dejado atrás los colores para abrazar la pureza del blanco y negro de las imágenes de la Barcelona del primer tercio del siglo XX.
En su estanque trasero se encuentra la obra del escultor alemán Georg Kolbe, Morgen (Mañana en alemán), una pieza de bronce que representa a una mujer desnuda protegiéndose de los primeros rayos del sol. Una representación alegórica de la Mañana en su máxima expresión.
Si dispones de aproximadamente una hora y media, te recomendamos escuchar el siguiente podcast, en el que Luis Fernández-Galiano analiza el Pabellón de Mies como un paradigma del espacio moderno. ¡Vale la pena sumergirse en su relato!
