el truco de la almohada consejos para dormir mejor

Descubre el mejor truco para dormir mejor con estos consejos sobre almohadas

La elección de una almohada adecuada es crucial para disfrutar de un descanso rejuvenecedor y placentero. ¿Has experimentado alguna vez molestias en el cuello al despertar? Es probable que la almohada sea la responsable, ya sea por su tamaño inadecuado o por la falta de firmeza en el relleno.

Qué tamaño es recomendable

Existen ciertos trucos que puedes seguir antes de adquirir una almohada. Uno de ellos es probarla en la postura en la que normalmente duermes. De esta manera, podrás comprobar si "la cabeza, el cuello y la columna están adecuadamente alineados". Además, hay que tener en cuenta que la anchura de la almohada siempre debe ser mayor que la de los hombros, y su altura o grosor dependerá de la posición en la que se duerma.

Para elegir la almohada adecuada, es importante tener en cuenta la forma en que se duerme. Si se duerme boca arriba, es recomendable optar por una almohada con mayor firmeza y altura para mantener la cabeza alineada con la columna vertebral. Por otro lado, si se duerme de lado, la almohada debe ser más bien blanda y tener una altura adecuada para evitar una presión excesiva en el hombro y el cuello.

En caso de dormir boca abajo, lo ideal es no usar almohada o utilizar una muy baja para evitar doblar demasiado el cuello y forzar la columna vertebral. Además, hay que tener en cuenta que la almohada debe ser cambiada cada 1-2 años para asegurar un buen soporte y comodidad durante el descanso.

Probarla antes de comprarla y considerar la posición al dormir son factores clave para hacer una elección acertada. No escatimar en gastos y cambiarla periódicamente garantizará un sueño reparador y una buena salud de la espalda y el cuello.

Qué relleno elegir

Elige la almohada adecuada para tu descanso

El mercado ofrece una variedad de almohadas, como las de pluma, látex, sintéticas o de espuma, cada una de ellas con diferentes usos indicados. Por ejemplo, la OCU señala que las almohadas de pluma y plumón son más adecuadas para personas que duermen boca abajo, ya que no sujetan bien el cuello.

A su vez, estas almohadas no son recomendadas para personas de constitución robusta o que se mueven mucho durante la noche.

Otro tipo común de almohadas son las de látex, ya sea sintético, natural o de mezcla, las cuales ofrecen una buena sujeción, siendo ideales para aquellos que duermen de lado o personas corpulentas.

Si buscas una opción más económica, las almohadas de relleno sintético son una buena elección, siempre y cuando no tengas alergias y no seas demasiado corpulento. También son recomendadas para niños.

Finalmente, están las almohadas de espuma, las cuales suelen tener un efecto memoria debido a que están hechas de material viscoelástico. Esto significa que, aunque cambies de postura, la almohada mantendrá la forma de tu cabeza y cuello durante unos segundos. Sin embargo, no son muy adecuadas para personas que se mueven mucho durante la noche.

Conoce los distintos tipos de almohadas y cómo mantenerlas en buen estado

Otros tipos de almohadas

Además de los mencionados previamente, existen almohadas específicas para aquellos que sufren de molestias en el cuello, mujeres embarazadas o personas con problemas circulatorios. Por ejemplo, la almohada cervical presenta un diseño especial que permite adaptarse al cuello y aliviar posibles dolores. Durante el embarazo, se recomienda colocar una almohada debajo de las rodillas para prevenir molestias en la espalda durante el sueño.

Vida útil de una almohada

La duración de una almohada puede ser de hasta cinco años, siempre y cuando se le dé un cuidado adecuado. Para ello, la OCU ofrece los siguientes consejos:

  • Mantener la almohada limpia y seca.
  • Airearla cada día.
  • Usar una funda protectora y lavarla con frecuencia.
  • Cambiarla cada dos años si se trata de una almohada de fibra y cada cinco años si es de viscoelástica o látex.

Usa pijamas transpirables

La temperatura corporal influye en la calidad del sueño

No es recomendable abrigarnos demasiado al dormir, ya que esto impide que nuestro cuerpo se enfríe adecuadamente, afectando así la calidad de nuestro descanso.

En lugar de usar mantas pesadas o pijamas calurosos, es mejor optar por prendas transpirables y regular la temperatura de la habitación.

Sin embargo, lo más importante es evitar dormir con calcetines puestos, ya que nuestros pies son una de las partes del cuerpo que regulan la temperatura.

Conserva una atmósfera de descanso estable

¿Te has sentido desvelado o confuso al despertar en un lugar desconocido durante tu primer noche fuera de casa, ya sea en un viaje o en la casa de alguien más? El cerebro, en un ambiente nuevo, se mantiene en un estado de alerta para protegernos de posibles peligros y sorpresas.

Por tanto, debemos aplicar esta misma lógica al hogar. Es importante que el entorno sea familiar y no tenga demasiados cambios, ya que nuestro cerebro se siente más seguro al reconocer un dormitorio conocido con nuestra cama, almohada, libro y muebles familiares.

Conseguir un descanso revitalizante Trucos y consejos

¡No permitas que la mañana te sorprenda como si un camión te hubiera pasado por encima! ¡Haz la prueba con estos valiosos consejos para, finalmente, disfrutar de una noche reparadora y despertar lleno de energía!

Una buena noche de sueño no solo depende de la cantidad de horas que duermas, sino también de elegir el colchón adecuado. Cada persona tiene una forma y una postura al dormir únicas, por lo tanto, necesitan un colchón que se adapte a ellas.

Sin embargo, es raro encontrar fabricantes o vendedores que ofrezcan colchones diseñados específicamente para diferentes tipos de cuerpo o hábitos de sueño. La mayoría de los colchones se comercializan como si todos tuviéramos las mismas necesidades. Pero, en realidad, podemos clasificar a los durmientes en cuatro categorías principales:

Adquiere una almohada viscoelástica

¿No estás cómodo en tu nuevo colchón? Descubre cómo mejorar tu descanso

Si te has comprado un colchón nuevo pero no te sientes a gusto durante la noche, no te preocupes, hay solución. Quizá simplemente necesites ajustarlo o puede que hayas elegido el colchón incorrecto. Sin embargo, hay otro elemento importante en el que quizá no has pensado: la almohada. Muchas veces infravalorada, esta pieza esencial del descanso puede ser la clave para dormir mejor.



La almohada adecuada para un buen descanso

La almohada es un complemento clave que a menudo pasa desapercibido. Sin embargo, su función es fundamental para garantizar un sueño reparador. Es importante tener en cuenta que la almohada debe tener la rigidez adecuada y una altura que se ajuste a tu cuello y postura al dormir.



Recomendamos probar diferentes tipos de almohadas antes de comprar una, para asegurarse de que cumpla con tus necesidades. De esta forma, podrás comprobar si es la adecuada para ti.

Pospone tus preocupaciones hasta el mañana

A veces es mejor dejar de lado lo físico y adentrarnos en las causas psicológicas que afectan nuestro descanso adecuado. Un truco efectivo para lograr un mejor sueño está relacionado con la meditación, el autocontrol y la gestión de problemas. Durante la noche, el cerebro aumenta su actividad y en las fases más profundas del sueño es inevitable, pero aún así puede ser monitoreado en caso de generar problemas reales de descanso.


Dejar que las preocupaciones del día nos acompañen a la cama no es beneficioso para nuestro objetivo de dormir mejor, por lo que es importante que aprendamos a aplazarlas para el día siguiente. Será imposible encontrar soluciones si no descansamos adecuadamente. Por lo tanto, si no hay problemas con nuestro colchón o equipo de descanso y no sabemos cómo mejorar nuestro sueño por la noche, es recomendable controlar nuestras emociones y reducir la actividad cerebral. La lectura puede ser una gran aliada para mantener a raya las preocupaciones, así que tal vez sea el momento perfecto para disfrutar de un buen libro.

Logrando una experiencia onírica de excelencia

Consejos para conseguir un sueño de calidad:

Para lograr un sueño reparador es importante seguir ciertas pautas que nos ayuden a coordinar nuestros ritmos biológicos con los factores externos.

¿Qué medidas se pueden tomar para combatir el insomnio?

  • Limitar la exposición a información negativa.
  • En la actualidad, gran parte de las noticias que se difunden suelen venir acompañadas de una carga emocional negativa. Estar expuestos constantemente a este tipo de información puede llevar a una fatiga informativa y afectar a la calidad y cantidad de nuestro sueño. Para evitar esta sobrecarga, es recomendable dosificar la información, elegir una fuente fiable y realizar otras actividades que nos mantengan la mente ocupada.

  • Mantener relaciones sociales fuertes.
  • Contar con un círculo social cercano y confiar en nuestros amigos y familiares es una excelente forma de lidiar con el estrés y la ansiedad. Compartir nuestros problemas con ellos nos ayuda a controlar nuestras emociones y a tener una mente más calmada, lo que facilita la conciliación del sueño.

Las causas detrás de tus problemas para conciliar el sueño

De acuerdo a la Sociedad Española de Neurología (SEN), entre el 20% y el 48% de la población adulta del país experimenta problemas para iniciar o mantener el sueño. Una estadística alarmante que puede aumentar considerablemente en situaciones de crisis mundiales como el reciente brote de coronavirus.

Sin embargo, nuestro día a día también influye en la calidad del sueño y nuestra capacidad para dormir. El trabajo, los estudios y las preocupaciones personales, así como la luz azul de dispositivos electrónicos, son solo algunas de las razones que nos impiden descansar adecuadamente, según apunta Kneipp.

Razones que afectan al sueño

  • Responsabilidades laborales y académicas: el estrés y la ansiedad ante el trabajo o los estudios pueden causar dificultades para dormir.
  • Preocupaciones personales: problemas personales o emocionales pueden afectar significativamente al sueño.
  • Problemas de salud: algunas condiciones médicas pueden causar trastornos del sueño.
  • Uso de dispositivos electrónicos: la exposición a la luz azul de pantallas antes de dormir puede alterar nuestro ciclo de sueño.

Identificar y solucionar estas razones es fundamental para mejorar la calidad del sueño y, por tanto, nuestra salud y bienestar. Asegurarnos de tener un ambiente propicio para el sueño, practicar técnicas de relajación y seguir una rutina de sueño consistente, son algunas medidas que pueden ayudar a conciliar el sueño de forma más efectiva.

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