mujeres artistas la historia olvidada del arte

Descubre a las mujeres artistas olvidadas de la historia del arte

Si tomamos un momento para reflexionar y mirar hacia atrás en el pasado, podemos comprender la gran dificultad que debieron enfrentar las mujeres para tener una carrera en el arte. Sin embargo, difícil no significa imposible. Ha habido mujeres artistas que, aunque olvidadas, lograron vivir de su trabajo, como Artemisia Gentileschi, Sofonisba Anguissola o Maruja Mallo. Aunque no podemos ignorar que la visibilidad de las mujeres artistas es un fenómeno relativamente nuevo. En nuestro artículo "Mujeres artistas: ¿Dónde estuvieron todas estas décadas?" profundizamos en este tema.

Juana Pacheco

Juana Pacheco: una artista oculta en la sombra de su familia

Juana Pacheco, a pesar de ser una pintora talentosa, es principalmente recordada por ser la esposa de Diego Velázquez, figura destacada de la pintura barroca española, y por ser hija de Francisco Pacheco, maestro de Velázquez. Si bien aprendió el oficio en el taller de su padre y se cree que trabajó en el de su marido, su obra no ha sobrevivido al paso del tiempo y, por lo tanto, no recibe el reconocimiento que merece como artista. ¿Podría haber sido su obra atribuida a su padre o a su esposo?

María Blanchard

Conoce a María Blanchard, una destacada artista española del cubismo que dejó su huella en Francia gracias a su amistad con figuras como Pablo Picasso y Juan Gris. A pesar de sus constantes luchas económicas y su enfermedad, María demostró ser una auténtica figura activa en el mundo del arte, participando en múltiples exposiciones a lo largo de su carrera. Si quieres descubrir su talento, no dudes en visitar el Museo Reina Sofía de Madrid, donde se exhiben algunas de sus obras más destacadas.

Grandes artistas femeninas desconocidas que merecen ser descubiertas

Nuestra selección de mujeres artistas olvidadas comienza durante el Renacimiento, un momento histórico de mente brillantes y destacadas, desde genios arquitectónicos como Filippo Brunelleschi, hasta maestros como Botticelli, Leonardo da Vinci y el gran Miguel Ángel. Sin embargo, esta lista deja fuera a algunos nombres importantes ¿no piensas?

La primera en nuestra lista es Sofonisba Anguissola, quien vivió en una época de descubrimientos y avances científicos y artísticos. Nacida en Italia, esta artista fue una figura destacada en su tiempo gracias a su habilidad para el retrato, lo cual le llevó a la corte del rey Felipe II en España. Además, recibió elogios por parte del gran pintor flamenco Rubens y recibió consejos de Miguel Ángel. También fue maestra de Van Dyck. Admirada por muchos y envidiada por otros, Sofonisba no fue la primera mujer pintora en la historia, pero sin duda fue la más famosa de su tiempo.

Otra artista que no puede ser olvidada es Anne Kauffman, nacida en Chur, Suiza. Esta mujer excepcional era hija del retratista y pintor Johann Kauffman. Desde una edad muy temprana demostró sus habilidades en la pintura, la música y los idiomas. A los 15 años, ya dominaba cuatro idiomas y ayudaba a su padre en la realización de frescos para espacios religiosos.

Sofonisba Anguissola

La primera mujer artista del Renacimiento fue la retratista italiana, quien se destacó en el género del retrato y la pintura religiosa. Viniendo de una familia de la pequeña aristocracia, se formó en arte y música junto a sus hermanas. Sin embargo, en el siglo XVI era poco común que una dama se dedicara a la pintura, ya que se consideraba un trabajo manual y exclusivo de hombres. Sin embargo, su osadía y atrevimiento al romper los esquemas del canon artístico fueron lo que impresionó a Van Dyck durante su visita a la artista en Palermo en 1624. A pesar de tener 94 años, ella seguía demostrando su pasión por el arte y su incansable espíritu rebelde. Con su ejemplo, esta mujer pionera en el arte renacentista demostró que las barreras de género no pueden limitar el talento y la pasión por el arte. Su legado continúa inspirando a futuras generaciones de artistas, especialmente a aquellas que se atreven a desafiar las normas establecidas.

Luisa Roldán

Luisa Roldán, una destacada escultora del barroco nacida en Sevilla, logró el reconocimiento como artista de los reyes Carlos II y Felipe V. Su producción, de temática religiosa, se encuentra repartida por distintas localidades de España, además de estar presente en exposiciones de ciudades como Londres, Nueva York y Los Ángeles.

Esta artista del siglo XVII, también conocida como "La Roldana", destacó por su habilidad para esculpir obras de gran detalle y realismo. Fue una de las pocas mujeres escultoras de su época en tener un éxito notable en un mundo artístico dominado por hombres.

En palabras de especialistas, la obra de Luisa Roldán refleja la influencia del estilo barroco español, caracterizado por su dramatismo y movimiento, así como por el uso de la luz y la sombra para crear efectos teatrales.

Entre sus piezas más famosas se encuentra "La Inmaculada de la iglesia de la Caridad en Sevilla, y el retablo de la Iglesia de los Estudiantes en Madrid. Además, Roldán es reconocida por su habilidad al trabajar con mármol y barro cocido, logrando escenas y figuras de gran expresividad y belleza.

A pesar de su éxito y reconocimiento en su tiempo, la obra de Luisa Roldán fue en gran parte olvidada durante muchos años. Fue hasta finales del siglo XX cuando su figura y producción fueron rescatadas y valoradas por su importancia en la historia del arte español.

Hoy en día, sus esculturas siguen siendo admiradas por su técnica y sensibilidad, y forman parte del patrimonio artístico de España y otros países. Su contribución como mujer y artista en un período de predominio masculino es un ejemplo de perseverancia y talento que merece ser recordado y celebrado.

Maruja Mallo

Una artista imprescindible: Maruja Mallo

¿Cómo hablar del surrealismo español sin mencionar a Maruja Mallo? Nacida en Galicia en 1902, esta artista forma parte de la famosa Generación del 27 y es considerada una de las grandes pintoras de este movimiento. A pesar de su talento y originalidad, su nombre ha quedado relegado detrás de los de sus colegas masculinos, como el icónico Dalí. Sin embargo, él mismo la describió como "mitad ángel y mitad marisco".

Al pasar el difícil examen de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Ana María Gómez González (su verdadero nombre) ingresó en el prestigioso Círculo de la Residencia de Estudiantes gracias a la influencia de Dalí. Allí cultivó amistades con las figuras más destacadas de la literatura y las artes de la época, como Lorca, Buñuel, María Zambrano y Alberti.

Pero más allá de su aportación artística, Mallo también es conocida por un incidente que vivió y que, sin pretenderlo, dio nombre al grupo de intelectuales comprometidas que rompieron con los cánones establecidos: Las Sinsombrero. Al quitarse el sombrero en público junto a Dalí, Margarita Manso y Lorca, fueron apedreados e insultados por los transeúntes como si su acción fuera un descubrimiento revolucionario, similar al de Copérnico o Galileo.

La impresionista Berthe Morrisot

Berthe Morisot, fue la primera mujer en unirse al movimiento impresionista francés, siendo una pintora reconocida por su talento y originalidad. El renombrado crítico de arte Gustave Geffroy la admiró en su "Historia del impresionismo" y la definó como una de "las tres damas del impresionismo", junto con Mary Cassatt y Marie Bracquemond. Perteneciente a una familia de clase alta, Morisot tuvo la oportunidad de recibir una educación en el mundo del arte y a los 20 años conoció a Camille Corot, un gran paisajista que la tomó como discípula y la presentó en los círculos artísticos. Posteriormente, se convirtió en modelo y amiga de Manet, además de casarse con su hermano Eugène. Su influencia en el desarrollo del impresionismo fue significativa y expuso junto a otros miembros del movimiento. A pesar de que en aquella época, la pintura era una actividad predominantemente masculina, Morisot se esforzó por hacerse un nombre en el mundo artístico como pintora. La temática de la artista se centra en escenas familiares, donde predominan los personajes femeninos en jardines, interiores y escenas cotidianas. Por esta razón, muchos críticos la han catalogado como "pintora femenina". Sin embargo, su trabajo es audaz y su pincelada expresiva y llamativa, como se puede apreciar en su famosa obra "Detrás del desayuno", que alcanzó cifras récord en las subastas de Christie's en Londres. A pesar de que colegas como Monet, Renoir y Degas son considerados los grandes impresionistas, Morisot no fue reconocida en la historia del arte hasta ahora.

Juana Pacheco

La conocida pintora de Sevilla siempre se vio eclipsada por otros artistas de su familia, como su esposo, Diego de Velázquez, y su padre, el aclamado pintor Francisco Pacheco. Aunque las mujeres de la casa también colaboraban en el taller, debían obtener el permiso previo de su padre o esposo para seguir su vocación.

La escasa notoriedad de las pintoras más destacadas Por qué se desconoce su obra

Linda Nochlin, una renombrada historiadora de Estados Unidos, dio a conocer en 1971, a través de la revista Art News, un ensayo que se convertiría en el texto esencial de la crítica artística feminista, titulado "¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?". En este, Nochlin cuestionaba los motivos de la ausencia de mujeres artistas reconocidas en la historia del arte. Apoyándose en su propia interrogante, señalaba variados factores institucionales y sociales como obstáculos que han impedido a las mujeres expresar su talento de manera plena y libre.

En su argumentación, Nochlin mencionaba, entre otros elementos, la prohibición, hasta finales del siglo XIX, de que las mujeres tuvieran acceso a modelos desnudos, una etapa esencial en su formación artística que las dejaba fuera de... sufrir la discriminación de género en la Historia del Arte. Esta marginación se veía reflejada en la falta de menciones a mujeres artistas en la literatura histórico-artística, así como en su presencia invisible en museos y exposiciones.

Con su ensayo, Nochlin también abrió un nuevo camino en la investigación de la Historia del Arte, orientado a demostrar la existencia de mujeres artistas destacadas, en contraposición a la versión establecida por la Historia del Arte tradicional. Dicha corriente buscaba romper el silencio y visibilizar el trabajo de estas mujeres, muchas veces ignorado y olvidado por la sociedad.

A partir de los años 70, comenzaron a desarrollarse diversas investigaciones encaminadas a rescatar y dar a conocer la obra de las mujeres artistas del pasado, como destaca la experta en Historia del Arte Patricia Mayayo. Estos estudios surgieron como una respuesta al deseo de reconocimiento y justicia, buscando recuperar la importancia de estas mujeres en la historia del arte y erradicar la invisibilidad a la que habían sido sometidas.

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